Pinturas de Rufino Pérez.

Acá dejo unas fotos de la clase .

Giselle Ovejero


Las observamos y escribimos ficciones sobre ellas...luego de describirlas oralmente.

Y ¡se armó el taller de escritura! Circularon algunas frases que se podían relacionar con las pinturas de Rufino Pérez:


"Esas formas extrañas intentaban comunicarme algo que yo ya había escuchado en sueños"

Cuando desperté tuve una especie de deja vù, sé que esas formas extrañas intentaban comunicarme algo que yo ya había escuchado en sueños. Busqué ayuda, no entendía por qué no podía dejar de ver esas imágenes en mis sueños, ¿estaba loca?

Fui al psicólogo para que alguien profesional pudiera ayudarme y así entender esto, pero no era mi único problema, mi relación con mis padres era muy mala y siempre me atormentaba. Ellos me decían que nunca iba a llegar a ser nadie en la vida, y yo sinceramente con ese aliento que me daban, realmente pensé que iba a ser así.

Pero un día entendí que puedo llegar hasta donde yo quiera, como la imagen de mis sueños, esas personas que parecen elásticas, por así decirlo de alguna manera, estirándose para llegar a lo que más desean.

Yo también puedo estirarme y alcanzar eso que más quiero, ni importa cuánta gente diga que no puedo. Sé que si quiero voy a poder llegar...

                                                                      TAMARA ESCOBAR 2do.6ta.

"Susurros"

Ellos me acechaban, no me podía dormir, tenía miedo, me susurraban; querían decirme algo pero nos los entendía. Estoy casi seguro de que esas formas intentaban comunicarme algo que yo ya había escuchado ne sueños anteriores.
Un día me levanté, pasé por el pasillo y vi que había algo raro, diferente; volteé y pude observar un cuadro extraño, con figuras humanas estirándose como queriendo llegar a algo, una meta, un objetivo.
Sus colores llamativos y cálidos, me hicieron recordar mi antigua casa igual de colorida, igual de llamativa. Yo ya la había olvidado por completo; mis orígenes, mi familia...
En ese momento me sentí triste, me fui, me acosté y reflexioné. Comprendí que me había vuelto egoísta, malo y engreído.
Me dormí y raramente no volvieron aquellos sueños de susurros y formas indescriptibles.
Cuando me levanté volví a observar el cuadro, lo busqué y lo re busqué pero ya había desaparecido.

Emmanuel Llanos